viernes, 14 de junio de 2013

Tras la desautorización desde Europa, el cese de María Seguí deviene inaplazable



La cúpula de la Europa ciclista, reunida en el evento más importante del año, el Velocity de Viena, ha enviado un mensaje inequívoco a España: La imposición del casco irrogaría enormes perjuicios económicos a nuestro país, que no puede permitirse bajo ningún concepto. 

España debe tener la misma normativa que el resto de los países de la Unión, so pena de constituirse en un gueto. Es más, aunque resulte anatema plantear esta cuestión, es necesario volver a equiparar nuestras reglas sobre el casco en carretera a las que imperan en toda Europa, esto es, la voluntariedad.

El "tirón de orejas" que, desde instancias europeas, se le ha dado a la política de María Seguí, es demoledor, y no deja lugar a dudas:




En la imagen, Manfred Neun, presidente de la ECF,  Federación Europea de Ciclistas, dirigiéndose a la Directora General de Tráfico para advertirle que, si se impusiese la obligatoriedad del casco, uno de los grandes perjudicados sería el turismo ciclista -que aporta anualmente millones de euros al Estado, y que, con una política ambiciosa e inteligente (itinerarios ciclistas, compatibilidad con el tren, etc.), podría multiplicarse-.  A ese respecto, he aquí un enlace en el que Juan Merallo analiza con mucho rigor la realidad y las posibilidades de nuestra oferta cicloturista (http://eldelabici.blogspot.co.at/2013/01/el-necesario-boom-del-cicloturismo.html ) .


Otros botones de muestra de la generalizada preocupación europea por la política ciclista española:




 Doretta Vicini, Vicepresidenta de la ECF:

"Señora Seguí: El casco obligatorio es una medida muy perjudicial para el turismo de la bicicleta"





Käthi Diethelm, Vicepresidenta de la ECF:

"Señora Seguí, por favor, no imponga el casco en España. Sería un desastre para el turismo ciclista europeo. Gracias."







Asimismo,  otro Vicepresidente recientemente elegido, en el encuentro anual de la ECF de Bratislava de este mismo mes, Barry Flood  expresaba en su propuesta electoral que: "....En España, un país que conozco bien, la legislación sobre el casco reducirá el uso de la bicicleta, desincentivando el turismo, sin mejorar la seguridad ciclista, y ejerciendo, en cambio, un efecto erosivo sobre la ya complicada situación de la economía española".



Pero... hay más (!y no es poco!). Entre los principales gurúes de la bicicleta de todo el mundo está Mikael Colville-Andersen   
http://en.wikipedia.org/wiki/Mikael_Colville-Andersen ), cineasta, fotógrafo y experto en movilidad urbana, especialmente a través de su blog, de los más influyentes del mundo, Copenhagenizehttp://www.copenhagenize.com/). Recientemente, el periódico "ABC" se hacía eco de la noticia de que ese renombrado blog había considerado a Sevilla como "la cuarta mejor ciudad del mundo para circular en bicicleta"http://www.abc.es/videos-espana/20130510/sevilla-convierte-cuarta-mejor-2371566272001.html )  Pues bien, he aquí lo que opina Mikael C.A. : 




"Sevilla perdería inmediatamente la cuarta posición en la clasificación
mundial de Copenhagenize de las mejores ciudades ciclistas si el casco
es obligatorio. Piénselo, señora Seguí. Hay mucho dinero en juego".

Por si eso no fuera suficiente, hace una semana, Esteban González Pons, Vicesecretario general de Estudios y Programas del Partido Popular publicaba en el periódico "Las Provincias" un delicioso artículo, que, quienes vamos en bici reconocimos como susceptible de haber sido escrito por cualquiera de nosotros; estaba claro que era obra de alguien que va en bici.
Ese artículo, aparte de rezumar nostalgia y poesía, contenía una manifiestísima desautorización de la pretensión de la DGT, con María Seguí a la cabeza, de imponer el casco obligatorio en las ciudades españolas. Anteriormente había un pronunciamiento muy claro por parte del alcalde de Vitoria, Javier Maroto 
https://www.youtube.com/watch?v=agGP0KZCOJs , desde el minuto 22 ), en el mismo sentido. 

En la página web de ConBicihttp://goo.gl/1OJ4b ) y en su Facebook 
http://goo.gl/1ssA5 ) pueden consultarse las decenas de ciudades españolas que han aprobado mociones en contra de la obligatoriedad del casco. Suman ya una población de más de 13 millones de habitantes, y el número no para de crecer.

Así, cada día son más las ciudades, instituciones y organizaciones de toda naturaleza que se añaden a la lista. La señora Seguí cuenta con el apoyo a su propósito de una veintena de asociaciones de víctimas, muchas de las cuales presentan una independencia muy cuestionable, por estar vinculadas a la propia DGT, a aseguradoras o al sector del automóvil directamente 
(  http://twileshare.com/amnn ) . También se han pronunciado a su favor una organización de mandos de la policía local, aseguradoras y empresas de servicios  del sector del automóvil, alguna otra compañía, y personas a título individual, alguna tan relevante como Rafael Matesanz 
( http://elpais.com/elpais/2013/06/01/opinion/1370107924_710490.html ) , ciudadano del que este país se siente orgulloso, pero cuya vinculación y conocimiento del mundo de la bicicleta no es el mérito que le ha encumbrado.

Recapitulando: A la vista del aplastante rechazo interno, y externo desde Europa, de la pretensión de María Seguí de imponer en España el casco obligatorio en ciudad, con sus muy preocupantes consecuencias económicas, se hace inaplazable que el ministro Jorge Fernández Díaz releve de sus funciones a la Directora, reemplazándola por otra persona con talante negociador con el colectivo ciclista para mejorar de verdad el borrador de Reglamento General de Circulación -que, no olvidemos, contiene aspectos positivos-, y con voluntad de no poner palos en las ruedas de una ya pujante fuente de ingresos y de empleo,  con una descomunal capacidad de desarrollo, a poco que se la cuide.


jueves, 13 de junio de 2013

Mikael Colville Andersen, de Copenhagenize  ( http://www.copenhagenize.com/ ), encandila al auditorio con su ponencia "La Coreografía de la Bicicleta:  Cómo recuperar nuestras ciudades . Nuestra cultura urbana puede transformarse y modernizarse a través del diseño".

Comenta algo que, no por sabido, resulta menos determinante del desequilibrado reparto modal en favor del coche: "Cuanto más espacio se le otorga al coche, más coches tendremos en circulación".

Luego, citando al filósofo Gastón Bachelard, se refiere a las "líneas del deseo". En lo referido a la planificación urbana, son esas sendas que la gente crea cuando, aplicando una elemental inteligencia, abandona el trayecto que quien diseñó el itinerario, pretendió imponer.

Esa reflexión lleva a considerar cuán numerosas son las imposiciones que, a los pobres peatones nos constriñen y complican la vida, en favor del omnipotente coche. Para que luego digan que los viandantes cruzan por donde no deben. Cruzarían por donde debieran, si hubiera lugares frecuentes y amables para hacerlo -y los semáforos, en su fase roja, no durasen la intemerata-.

Pero bueno, no me perderé en disquisiciones propias....

Colville considera, con mucha lucidez, que diseñar el espacio urbano es lo mismo que diseñar un mueble o un cepillo de dientes. El resultado final, tiene que ser útil, práctico, sencillo, y responder con eficacia a la necesidad que lo creó.

Así, los malos diseños, incitan a romper las reglas, para reestablecer el equilibrio roto o el derecho "natural" conculcado. Muchos ciclistas se saltan semáforos -en ausencia de peatones y coches-, porque perciben, de una parte, que no están perjudicando a nadie ni poniéndose en riesgo, y, por otra, que las reglas han sido establecidas pensando en el "niño bonito de la casa - léase ciudad-", el automóvil, y que para ellos solo han quedado las migajas.

Colville, a la hora de imaginar la ciudad de sus sueños, cuenta con dos inestimables colaboradores: su hija Lulú Sofía, y, nada más y nada menos que Guillermo de Ockham.

La primera, desde su tierna edad, observa su entorno con la espontánea y sincera perspectiva que su reducida talla le procura. Un día le preguntó: "Papá, ¿cuándo la ciudad se ajustará a mi tamaño?".... El experimento de proponer a los niños que sean ellos quienes diseñen la ciudad no deja de sorprender y fascinar a los adultos, puesto que las soluciones que aquellos proporcionan rebosan buen juicio, inteligencia y pragmatismo.

En cuanto a Guillermo de Ockham -!cuánto le gustaba ese autor a mi añorado profesor de Derecho Político, Andrés Ferret!-, jamás imaginé que podría resultar un monje del siglo XIII un referente a la hora de planificar las ciudades. Pero sí, ese personaje, que bien podría haber acuñado el famoso lema de John Maeda "in simplicity we trust", nos ofrece el paradigma de resolver los problemas que las ciudades ponen ante nosotros, haciendo uso de las soluciones menos complejas posibles. Algo que Lulú Sofía ha interiorizado a la perfección sin necesidad de leer a los clásicos.








martes, 11 de junio de 2013

Inauguración Oficial

Una Viena lluviosa ha acogido esta mañana, en el impresionante salón del Rathaus (ayuntamiento) la ceremonia inaugural del Velocity, probablemente el -llamémosle congreso- más importante sobre la bicicleta de los que se celebran en el mundo.

Entre las múltiples y algunas protocolarias intervenciones, la más destacada, la de Philippe Crist, del foro internacional de transportes.

En su intervención ha puesto de manifiesto algo sorprendente. De una parte, que los beneficios en materia de salud -y, subsiguientemente, de economía- del uso de la bicicleta exceden, en una proporción de 20 a 1, a los inconvenientes (eso lo sabíamos).

La  sorpresa es que, el primero de los riesgos para la salud que el uso de la bicicleta implica es el de la inhalación de humo de los escapes de los automóviles, incluso por delante de las consecuencias de los accidentes que puedan sufrir los ciclistas.

Podemos concluir, entonces, que María Seguí haría bien en preocuparse en primer lugar en pacificar el tráfico y disuadir del uso masivo del coche en las ciudades, con lo nuestra salud como ciclistas mejoraría. Eso demostraría que realmente le importa, y no que su preocupación es más bien la de contentar al lobby automovilístico y asegurador.